Plantas Acuáticas
Las plantas acuáticas, conocidas como macrófitos acuáticos o hidrófitos son uno de los grupos menos conocidos de la flora existente en Andalucía ya que sus flores, muy poco llamativas y sus hábitats son de difícil acceso para su estudio y observación, por desarrollarse dentro de masas de agua en muchas ocasiones inaccesibles.
Las plantas acuáticas son verdaderos bioindicadores de la salud de los ecosistemas dónde se encuentran ya que son sensibles a los cambios físicos y químicos que ocurren en el agua. La presencia o ausencia de determinadas especies nos informa de la calidad del hábitat dónde se encuentran.
En Andalucía existen numerosas diferencias entre los tipos de hábitats colonizados por plantas acuáticas, estas diferencias de suelo, pH, material circundante, etc., hacen de ella una comunidad muy rica en flora acuática, muy superior a otros territorios Europeos.
La Colección de Acuáticas del Real Jardín Botánico consta de una representación de plantas, en su mayoría autóctonas pertenecientes a unas 50 especies, de 23 familias. Destacando entre todas ellas las familias de las Alismataceae, Juncaceae, Lemnaceae, Potamogetonaceae y Nymphaeaceae.
También forman parte de la colección de acuáticas ejemplares americanos situados dentro de los invernaderos de este continente, esta colección posee actualmente una de decena de ejemplares, destacando las especies más conocidas por el ciudadano como Alocasia macrorrhiza (Oreja de elefante) o Monstera deliciosa (costilla de Adán), consideradas como acuáticas facultativas, desarrollan raíces acuáticas si nacen en las orillas de ríos.
Gracias a la implementación de esta colección se han creado diferentes puntos de restauración ecológica, siendo mucho más importante este último concepto que la mera exposición de plantas ex situ, dispuestas de manera simplista o taxonómica.
Las colecciones están estratégicamente situadas, representando los 4 tipos de formas de vida vegetales con las que trabajamos.
Plantas flotantes
Su papel en la masa de agua es fundamental por diferentes razones en las que destaca el sombreado de la masa de agua y la extracción de contaminantes y exceso de nutrientes. Viven a merced de los vientos y corrientes pero sin anclarse al sustrato El género Lemna, representado por la peculiar lenteja de agua Lemna minor se puede observar en varias de las fuentes. También la conocida como cola de zorro Cerathophyllum demersum.
Plantas flotantes enraizantes
Compartiendo su función ecológica de sombreado y oxigenado de la masa de agua, existen en la colección los llamativos y conocidos nenúfares siendo exhibidos en colección las especies autóctonas de la península Nenúfar amarillo Nuphar luteum subsp. luteum y nenúfar blanco Nymphaea alba. Así como especies de jardinería como las variedades de Nymphaea “atraction” “alba” y “Chromatella”.
El género Potamogeton es conocido como brozas de agua, encontrándonos en la colección tres especies: nodosus (más abundante y fácilmente adaptable a nuestras latitudes), natans (más susceptibles a padecer plagas como el pulgón y ataques de gasterópodos acuáticos) y pusillus (con hojas muy estrechas).
Plantas y algas enraizantes sumergidas
Interesantísimas por dotar a las masas de agua de gran contenido en oxígeno, ya que todo su ciclo vital ocurre sumergido. Entre ellas mostramos al público el género Myriophyllum y sus dos especies ibéricas alternifolium y spicatum. Forman extensiones densas en la masa de agua.
En este grupo, a pesar de ser algas y no plantas superiores, debemos mencionar al género Chara, conocidas vulgarmente como ovas, crecen formando extensas praderas sumergidas y su papel ecológico es vital ya que tienen efecto larvicida en el género Culex (mosquitos), reducen el contenido de CO2 en la masa del agua, elevan el de O2, reducen el fósforo y ayudan a mantener la fase clara tan deseada en una masa de agua.
Plantas palustres
En general mantienen las raíces dentro del agua o muy cercanas a la orilla, pero el resto de la planta está emergida, son las plantas más comunes y las que tienen mayores portes, adquiriendo a veces grandes dimensiones. En las colecciones se pueden encontrar varias especies de juncos como el junco churrero Scirpoides holoschoenus, Juncus striatus, etc., junquillos Eleocharis palustris, mentas Mentha cervina, Mentha polegium, arroyuelas Lytrhum salicaria, etc.
Merecen una especial atención las plantas que por su singularidad o por estar protegidas por la ley merecen mayores esfuerzos y estudio en su cultivo, así mostramos al visitante helechos ibéricos como la Marsilea strigosa, parecida a un trébol de 4 hojas.
Esta es una colección de higrófitos estructurada para saludar al visitante ya que se ha dotado a la fuente central de una estructura edáfica similar a la de una charca natural, al igual que en las demás fuentes. En total se han naturalizado 150 m2 de espacios con agua, se ha eliminado el cloro definitivamente para el tratamiento del agua de todo el Real Jardín Botánico y han sido colonizadas por más de un centenar de especies animales entre microorganismos, invertebrados y vertebrados.
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